Práctica en el colegio

Hoy ha sido el día de la prueba de fuego, ver si todo nuestro trabajo resultaba al llevarlo a la práctica.
Eran las 11:30 de la mañana cuando nos dirigíamos hacía al colegio para realizar nuestra práctica. Marta, la compañera que iba a exponer no estaba nerviosa, pero como hay una mala costumbre crear tensiones antes de acontecimientos pues a ello… empezamos a preguntarnos, ¿Creéis que va a funcionar? ¿Reaccionaran adecuadamente los figurines de clase? Incertidumbre…entonces recurrimos al menos mal que estamos las cuatro. Como explique, nuestro proyecto lo hemos realizado para un colegio de contexto difícil, así es que pensamos lo peor, a pesar de realizar un simulacro en el pabellón. Curso 4º, 10 años, con niños marginados, 5 piezas bastante conflictivas, varios de ellos enamorados de la misma niña, un niño con n.e.e., otro superdotado.
Al llegar allí los niños nos reciben con entusiasmo y alegría. A Ana, (una compañera del grupo) incluso una niña le da dos besos de la emoción jaja. Recogemos el material y nos dirigimos a la pista. Eduardo, el maestro de e.f. del colegio también estaba allí con nosotras, contándonos los últimos acontecimientos en relación a los niños.
Marta los reúne a la pista y les reparte las pegatinas (para la gestión de grupos) y aunque al principio parece que cada uno va a la suya, resulta que más o menos atienden todos.¡bien!
Maria Elisa, una alumna que es muy tímida, se pone contentísima de saber que el juego que vamos a realizar es fruto de una propuesta suya y de su país. Para explicarlo, Marta ha dividido la clase en dos y primero les explicaba a unos que enseguida se ponían a jugar y rápidamente les explicaba a los otros. Sí ha funcionado la clase la verdad. Los juegos los han pillado fácilmente, no ha habido problemas con el material y han prestado atención a la expositora, así es que no ha requerido de nuestra ayuda en ningún momento. Los siguientes juegos eran de dos de las piezas conflictivas de clase, el primero tras resistirse como la otra vez, al final se ha decidido a contar el juego. Sobre si han hecho trampas, pues esta vez no hemos visto nada, hemos pillado a dos negociando cambiarse las pegatinas porque uno quería estar con la chica que están todos enamorados, pero se ha quedado en eso. El curso de la clase ha ido bien, hemos podido realizar los cuatro juegos sin prisas y con reflexiones y ellos se lo han pasado estupendamente. Al final de la clase nos hemos hecho una foto y todo para el recuerdo. Para mi ha sido una experiencia muy bonita. Creo que si nuestro objetivo de la práctica era el saber ser, se han conseguido valores tanto en ellos como en nosotras, puesto que me llevo muchísimo de esta práctica.